viernes, 7 de marzo de 2014

Mis últimas Palabras


Una voz sin historia, como mi propia vida. Me pregunto si mañana, o dentro de un mes, recordará usted algo de lo que le he contado, o al menos, la música de mi voz. Porque eso es lo que recuerdo yo en estos últimos momentos, las voces de la gente a la que conocí. Oigo la música de todos, la música de la vida, una sinfonía verbal en la que apenas se distinguen palabras. Sólo algunas frases puras, indestructibles y esenciales. "Se vende este local","No tengo aquí las herramientas",
Y así podría seguir hablando y hablando y hablando, pero ya no hay tiempo para más. ¿Qué le ha parecido mi vida? ¿Le parece ridícula, insípida, trivial, o una vida a medio vivir, o solamente una más entre tantas? Yo no sabría definirla, y menos aún cómo juzgarla. Es así créame. Al cabo de tanto tiempo, lo ignoro todo sobre mí. Sí, sólo ahora, al haber destilado mi vida en palabras, me doy cuenta de lo ignorante que soy de mi mismo. Por ejemplo. ¿He sido feliz en el amor? Creo que no, pero no estoy seguro. ¿Y en el trabajo? Pues tampoco está claro. Soy ateo, como ya le dije, pero ¿no habré sido sin saberlo un hombre religioso, un creyente que va por libre, la oveja aquella descarriada de la parábola? Pues quizá. ¿Ha merecido o no la pena vivir? Tampoco lo sé, por que no consigo abarcarme a mi mismo y ver mis años desplegados en panorámica, formando un argumento. Y eso sin contar que siempre me ha gustado más mirar el espectáculo del mundo que tomar parte de él. No sé nada, nada, nada. Ni siquiera sé si he vivido i no con cierta dignidad. Aunque, eso sí, tres o cuatro veces en mi vida he tenido el privilegio de caminar sobre las aguas... Y Cecilia...Me gustaría que mi vida hubiese sido al final una historia trágica de amor, para poder despedirme ahora con un pequeño discurso altisonante. Sería bonito. Pero no puedo.Como diría Bertini: "No tengo aquí las herramientas".
Y ahora sí, ya es hora de acabar. Adiós y suerte, amiga, y gracias por su compañía.




No hay comentarios:

Publicar un comentario