lunes, 28 de abril de 2014

Estoy vivo

Una inmensa sensación de calma interior me invadió. Sentí una especie de presencia a mi lado. Miré y vi el rostro de mi Muerte; no era la muerte que yo había sufrido momentos antes, la muerte creada por mis terrores y por mi imaginación, sino la verdadera Muerte, amiga y consejera, que no me dejaría ser cobarde ni un solo día de mi vida. A partir de ahora, ella me ayudaría . No permitiría que yo dejara para más adelante todo aquello que podía vivir ahora. No me dejaría huir de las luchas de la vida, y me ayudaría afrontar el Buen Combate. Nunca más, en momento alguno, me sentiría ridículo al hacer cualquier cosa. Por que allí estaba ella, diciendo que cuando me tomará de las manos para viajar  a otros mundos, no debería cargar conmigo el mayor pecado de todos: EL ARREPENTIMIENTO...
-Paulo Coelho-


No hay comentarios:

Publicar un comentario