miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Qué se siente?


Es duro quedarse siempre atrás. Espero a Henry; no sé dónde está y me pregunto si se encontrará bien. Es duro ser la que se queda.
Me mantengo ocupada. El tiempo transcurre más deprisa de ese modo.
Me voy a dormir sola, y sola me despierto. Doy paseos. Trabajo hasta agotarme. Observo el viento juguetear con los escombros que arrastran el invierno bajo la nieve. Todo parece simple hasta que piensas en ello. ¿Por qué la ausencia intensifica el amor?
Hace mucho tiempo los hombres salían al mar, y las mujeres los esperaban, junto a la orilla, escrutando el horizonte para divisar el barco. Ahora yo espero a Henry. Él se desvanece sin quererlo, de repente. Yo lo espero; y cada momento de esa espera lo percibo como un año, como una eternidad. Cada momento resulta tan lento y transparente como el cristal. A través de cada instante puede ver infinitos instantes alienados, aguardando.
¿Por qué se ha marchado a donde yo no puedo seguirlo?
-Audrey Niffenegger-



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