miércoles, 5 de agosto de 2015

Contemplas escenas vividas




Hay momentos que creías perdidos, pero que, sin querer, recuperas. Aquel gesto que la ausente repetía a menudo, la forma de mover su pelo, la sonrisa en los ojos o en la comisura de los labios. Unas frases que dijo, en una ocasión, y que sirven para que el recuerdo se perfile.
Hay situaciones que habías borrado y que se presentan en forma de secuencia en el pensamiento. Entonces tú eres un espectador,contemplas escenas vividas, cuando participabas en ellas de lleno.


Todo ello te pesa en el cerebro, te tiemblan las sienes. Tienes la sensación de que no vas a poder soportar la insistencia de los recuerdos. Por otra parte-contradicciones inútiles-, no quieres que el sentimiento muera. ¿Qué quedará del amor, si permites que huya? Lo descubres con un temblor en el corazón y piensas que debes preservarlo. Entonces cambias de actitud. Te esfuerzas para que las cosas que formaron parte de la vida de la otra persona se instalen en tu vida. Miras su retrato y piensas que no quieres olvidar sus rasgos.

-Maria de la Pau Janer-



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